Tuesday, January 30, 2007

Buenas noches, y buena suerte

"Buenas noches, y buena suerte" es una película que retrata los primeros tiempos del periodismo televisivo en EE.UU, en la década de los 50. Es la crónica del auténtico enfrentamiento entre Edward R. Murrow (David Strathairn), presentador de las noticias, y el senador Joseph McCarthy y el comité de Actividades Antiamericanas. Con la firme voluntad de informar de los hechos e ilustrar a la audiencia, Murrow y su incondicional equipo capitaneado por su productor Fred Friendly (George Cloo-ney) y Joe Wershba (Robert Downey Jr.) desde la sala de redacción de la CBS hacen frente a las presiones corporativas y de los patrocinadores para examinar las mentiras y las tácticas alarmistas perpetradas por McCarthy durante su "caza de brujas" comunista. Cuando el senador reacciona acusando al presentador de ser comunista, se erige una enorme indignación pública. En aquel clima de miedo y represión, el equipo de la CBS siguió adelante sin atender a ruegos. Su tenacidad finalmente valió la pena cuando el mismísimo McCarthy tuvo que presentarse ante el Senado y fue desposeído de poder una vez que sus mentiras y abusos quedaron por fin al descubierto.

La televisión abierta en nuestro país es aún para millones de chilenos casi la única fuente de información a la cual pueden acceder. No nos engañemos en tal sentido. Los cibernautas aún somos minoría. Es por que ello que resulta gravísimo que la televisión hoy en día esté mas dedicada a alarmar más que otra cosa, a desinformar que informar en términos de temas claves para el desarrollo del país, todo muy lejano del espíritu inicial del periodismo en los inicios de la televisión norteamericana.
El tema de la delicuencia ocupa horas en los noticieros durante la semana, creando estados generalizado de miedo y temor en la población. Si bien la delicuencia es un problema real, los medios sobredimensionan y explotan sus características, muchas veces sólo persiguiendo rating y por ende dinero fácil. Quienes de ustedes ha visto una mesa redonda con expertos hablando seriamente del tema en tv.
Por otra parte la farándula informa para en definitiva desinformar. Días de información basura que no conducen a nada. Programas y rostros que a ratos parecen inocentes y juguetones, son la cara visible de una ideología para nada inocente que busca inmovilizar a la ciudadanía y sólo valorarlos en sus rol de consumidores.
Es por ello que la experiencia del periodismo ciudadano impulsada desde Atina Chile me parece revolucionaria y tremendamente necesaria, en respuesta al periodismo que persigue el sensacionalismo y darle en el gusto al auspiciador.
Como señala Vlado Mirósevic (Director de El Morrocotudo) en una entrevista reciente, el periodismo ciudadano tiene varios propósitos. Por un lado un propósito educativo/cultural donde entendemos que la prensa tiene una responsabilidad con lo que se conversa, se aprende y se incorpora en un país. Por otro lado un propósito político/ciudadano en el sentido de democratizar la palabra, y con esto la posibilidad de ser los ciudadanos quienes creen la agenda política local y regional. Finalmente tiene un propósito social en lo que refiere a la posibilidad de ser un espacio de encuentro y dialogo por un lado, y por otro de ser un espacio para la creación de identidades poderosas para gente común.
Por esta razones el periodismo ciudadano debe ser fomentado. La web 2.0 ha hecho técnicamente posible esta iniciativa en conjunto con la movilización social requerida. Pero para que el periodismo ciudadano llegue a más ciudadanos necesitamos de más banda ancha y de más computadores, ideas en la cual debemos insistir los atinadores. Mientras mejores medios tengamos, mientras mejor nos representen, tendremos probablemente ciudadanos tomando más y mejores decisiones.

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